viernes, 29 de octubre de 2010

ENSAYO SOBRE CIVILIZACIÓN Y CULTURA

Civilización es pirámide, pintura y cueva; cultura es códice, lengua y religión. Incurriría en una grosera afirmación si dijera que una va primero que otra: una trasciende a otra. Una es la otra. Es como poesía y poema; energía y trabajo; música y danza; tradición y costumbre; lengua y lenguaje. La civilización es maíz, piedra, hormiga, esfinge, forma, esqueleto, jade, estela, calendario, torre, norma, comunicación, hija del hombre, madre del hombre. La cultura es tumba, lanza, tejido, organización, educación, celebración, etapa, viajes, ciudad, corazón, amor, cosmos. La civilización es historia, la cultura se hace historia. El hombre encuentra un camino bifurcado en la civilización y la cultura. Si fuera una figura geométrica, la civilización sería un círculo, y la cultura una línea. Y para Edward Burnett Tylor: “La cultura es el complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, derecho, moral, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”. Y para R.H. Lowie: “Una cultura determinada es, en cierta medida, un fenómeno único”. Queda abierta la reflexión. ¿Existe una <<cultura universal>>? Añade Ralph Turner que “al desarrollarse la comprensión científica, los fenómenos han sido considerados cada vez más en términos de dos conceptos generales: estructura y proceso”. El hombre en su historia y, al ser historia, su forma son estructura y proceso. Como la mujer: su estructura nos lleva al proceso del amor pasional, el que se palpa. En fin, estos dos universos aleatorios como la civilización y la cultura, son tan infinitos como la historia. Dar una definición real puede lanzar a otra más subjetiva: se hace una cadena. La civilización es interpretación, la cultura es organización.

lunes, 4 de octubre de 2010

CARTA CERVANTINO 2010

México D.F, 24 de septiembre de 2010

Preciosa joya de amor,
esto humildemente escribe
el que por ti muere y vive
pobre, aunque humilde amador.

-Miguel de Cervantes Saavedra


Estimados:

Me place de sobre manera enviarles un saludo,  con el fin de hacerles  llegar  mi solemne intención  para la visita y participación en el Festival Internacional Cervantino 2010.

Es complicado vislumbrar un por qué quiero ir a dicho evento. ¿Será su bomba de cultura? Se dio una eclosión en mí, cuando me entere de la oportunidad de poder asistir. Calles, libros, danza, teatro, música, algarabía mexicana. Y más en estas fechas, ser parte de este movimiento sería un paroxismo de felicidad para mí.

¿Por qué el joven Mendoza quiere ir? Bien, con el simple hecho de poder representar a la que ahora es mi Universidad, hasta poder presenciar un concierto de orquesta, ver en las calles la cultura deslumbrante hacia nosotros, escuchar los diálogos del teatro, observar la danza sideral. El Festival Internacional Cervantino, es de insigne muy mexicana, al igual que yo. Recordar que el Cervantino es conjunto en proceso, es historia y cultura bifurcadas: es el mexicano. Con sus colores, sus sonidos, sus sabores, sus lenguas, sus discursos en forma de pintura o música…

Incurriría en una grosera argumentación el decir que México no tiene nada que celebrar en estas fiestas. Comida, carisma, solidaridad e incluso amor del mexicano. Viendo la parte bonita; no obstante está la parte nihilista e inasible, oscura e ignorante: la mentirosa. Sin profundizar más, sólo quisiera expresar mi voluntad y las ganas briosas de poder formar parte de esto.

Me despido con un cordial saludo, quedo inerme a su respuesta.






CARLOS ATZIN MENDOZA AVALOS (210429 / SOCIAL)